sábado, 23 de noviembre de 2013

La rebelión de los blancos.

El blanco también existe. Es un vino, no un zumo ligero, afrutado, perfumado y barato; elaborado sin ambición ni orgullo; sin sabor ni cuerpo; condenado a ser ingerido joven y fresquito en el aperitivo o predestinado al anonimato de la venta a granel. Un blanco puede tener la grandeza de un tinto. Ser el resultado de uvas milenarias, originales y nobles. Estar elaborado con pasión y sabiduría. Alcanzar los mismos precios en el mercado. Y similares calificaciones de los gurús. Aspirar a la trascendencia. Y décadas después de embotellados, dar todavía mucho de sí. Asumiendo el papel de memoria viva de un lugar y una época. Solo hay que probar una copa de Viña Tondonia, uno de los top de La Rioja, 20 años envejeciendo entre la barrica y la botella, para comprenderlo. La prueba más evidente de ese paso adelante en el prestigio de los blancos es el cada vez más elevado consumo que se hace de ellos en algunas regiones del planeta, principalmente en el nuevo mundo, en Australia y Nueva Zelanda, donde es mayoritario. O incluso en Reino Unido, Alemania o Estados Unidos, donde se acerca al 50%. En España, un país en el que la relación de ventas frente al tinto es aún del 24%-69% (el resto corresponde al rosado), sin un Vega-Sicilia dorado cuya fama haya abierto las puertas al resto de bodegas, el blanco ha sido el hermano pobre de la viña. Y, por si fuera poco, acreedor de una extensa leyenda negra. Ese pliego de cargos se expresaba así: eran vinos inferiores y femeninos; meros teloneros de un gran tinto; provocaban ardor de estómago, dolor de cabeza, y había que tomarlos fríos para soportar sus fallos; no valían para largas crianzas; su acidez era sinónimo de defecto (cuando es la columna vertebral de su finura). Pedir un blanco en un restaurante, que no fuera cava o jerez, suponía aparecer como un profano. La sabiduría popular proclamaba su desprecio en este proverbio: “El mejor blanco, un tinto”. En Australia y Nueva Zelanda ya se beben más blancos que tintos. En Inglaterra y EEUU la proporción se al 50%-50 Ese era el desolador panorama de nuestros blancos hasta que a finales de los noventa se inició en todo el país, de forma simultánea pero no coordinada, sin referencias, por generación espontánea, lo que la viticultora catalana Sara Pérez define como “una revolución silenciosa”. Mucha gente del vino (recién llegados con un par de hectáreas y también elaboradores de generaciones con centenares) iba a apostar con paciencia por los blancos. Desde Tenerife hasta Gipuzkoa; desde Granada hasta Ourense; desde el Pirineo leridano hasta León. Nadie sabe explicar dónde y en qué momento saltó la chispa. Era una reivindicación de lo propio. “El vino es para nosotros una obsesión, no una profesión”, define el viticultor riojano Benjamín Romeo, padre de blancos tan potentes como Qué Bonito Cacareaba, en su tierra, y Macizo, en el Garraf, en Cataluña. “Y por eso, a veces, nos movemos por criterios inexplicables, más cerca del corazón que de la cabeza”. La clave no era forrarse, sino reivindicar un modelo; no tanto hacer grandes blancos como grandes vinos. Trabajar sin complejos. Invertir el refrán anterior y hacer que el mejor tinto fuera un blanco de guarda. “Revalorizar un patrimonio que estaba escondido”, explica Josep Roca, el vértice de la bodega dentro del triángulo de El Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo, “a base de inquietud, experimentación y osadía. El resultado han sido blancos como nunca. Históricamente estaban hechos con nula ambición y orgullo. Las bodegas se planteaban su gran vino como tinto y después, a toda prisa, se hacían blancos desde la pequeñez. Hoy, una cocina fresca, pura y liviana necesita la diversidad de blancos que comenzamos a disfrutar en España”. En ese movimiento espontáneo, la cuestión no era el color del vino; lo importante era la forma de elaborarlo. Es lo primero que ha cambiado. Utilizando todo el conocimiento atesorado en las tres últimas décadas prodigiosas del vino español y también el recuerdo de cómo se trabajaba la viña antes de que surgieran los tractores y los pesticidas. De hacerlo de una forma más íntima. Huyendo de modas. Buscando una mayor diversidad de aromas y sabores. Centrándose en el viñedo. De una manera menos intervencionista e industrial; respetuosa con la tierra; recalando en los parajes áridos y remotos donde ancestralmente brotaron las mejores uvas; produciendo menos. Y, lo que es más importante, redescubriendo uvas autóctonas olvidadas hasta su extinción por la viticultura comercial, que apostó a partir de los sesenta por plantar variedades foráneas, más fáciles de cultivar y de mayor rendimiento. En ese movimiento espontáneo, la cuestión no era el color del vino; lo importante era la forma de elaborarlo. Es lo primero que ha cambiado. En España, el mayor viñedo del planeta (1,2 millones de hectáreas), lo importante era el número de kilos de uva, no la calidad de las mismas. Al final iban a la misma tolva. Dos grandes viticultores, Enric Soler, en el Penedés (Barcelona), y Raúl Pérez, en el Bierzo (León), realizan la misma reflexión en torno a esas uvas que llegaron de fuera: “Para qué hacer aquí un vino con uva chardonay si nunca vas a hacer en España el mejor chardonay del mundo. Hoy, en los mercados, se apuesta por la originalidad, la personalidad, la identidad. Si hacemos un blanco con godello o xarel·lo, puede ser el mejor del mundo. Y cobrarlo en consecuencia”. En los seis primeros meses del año, España ha exportado vino por valor de más de mil millones de euros, frente al descenso del consumo nacional, estancado en 15 litros por habitante (en comparación a los más de 40 de Francia o Italia). Vender diferencia no parece una mala estrategia para salir adelante. De esa fiebre por recuperar ha surgido la reivindicación de uvas tan ancestrales como las verdejo, godello, treixadura, albariño, loureiro, macabeo, xarel·lo, picapoll, garnacha, viura, malvasía, maturana o turruntés, denostadas durante el desarrollismo. Que han dado vida a unos vinos blancos tan dispares como los que surgen de cada zona climática de la Península (los continentales, con fibra y cuerpo; los mediterráneos, opulentos y florales, y los atlánticos, frescos y equilibrados). Vinos con las notas distintivas de cada altura, orientación, composición del suelo, fauna, flora, levaduras autóctonas y añada. Vinos con alma. Los nuevos blancos españoles, y también los escasos grandes clásicos que pocos conocían (y pagaban), han salido del armario. Han llegado para quedarse. Son caros, algunos alcanzan 200 euros fuera de España; tienen tiradas limitadas y hay bofetadas para hacerse con ellos. Este es el diario de un viaje en busca de esa mina de oro. Adentrarse en la provincia de Valladolid supone adentrarse en Rueda, la tierra de la verdejo; la denominación de origen con la mayor cuota de mercado de los blancos que se consumen en España Partimos del centro. Sorteamos Segovia y Ávila, donde comienzan a surgir blancos tan interesantes como los de Daniel Landi o el verdejo Ossian. Adentrarse en la provincia de Valladolid supone adentrarse en Rueda, la tierra de la verdejo; la denominación de origen con la mayor cuota de mercado de los blancos que se consumen en España, el 36%, seguido por Rías Baixas, con menos de un 12%, y el Penedés y La Rioja, con un 8% respectivamente. Cuando se constituyó esta denominación, en 1980, disponía de 250 hectáreas de viñedo. Hoy cuenta con 4.000. Hasta entonces, el verdejo se arrancaba. Hoy se venera. Su éxito comercial ha sido innegable. Sobre la excelencia de sus 60 millones de botellas habría mucho que hablar. Es la vieja fábula del vino español: del éxito a la superproducción y de ahí a la pérdida de calidad. El terreno es polvoriento bajo un sol de justicia. Nuestra cita es en La Seca. En la finca de Didier Belondrade, un francés que llegó aquí en 1994 y cometió la locura de comprar viña, recuperar el mejor verdejo y envejecer ese vino en barrica. Lo llamó Belondrade y Lurton. Se convirtió en el más caro. Abrió un camino. Un rueda podía ser grande. Hoy sienta a su mesa a Luis Hurtado de Amézaga, Ángel Rodríguez Vidal y Ángel Calleja. Componen el completo retrato de los blancos de Rueda. El primero de ellos es la enésima generación de hurtados al frente de Marqués de Riscal; una marca mítica riojana que aterrizó en Rueda a mediados de los setenta para hacer blancos. Y perdió dinero durante 15 años hasta que se pusieron de moda. En estos momentos produce 3,5 millones de botellas y comienza a apostar por blancos más sofisticados, como Viña Montico, con uva de una sola finca. El segundo, el octogenario Rodríguez Vidal, es la memoria del verdejo. Su familia vive del vino desde el XVIII. Hoy elabora 70.000 botellas inmaculadas de Martín Sancho que exporta en su totalidad. El tercero es el enólogo de la principal cooperativa de la denominación, que produce 17 millones de botellas. Reconoce que el futuro es hacer mejores productos, más personales y menos industriales; menos exóticos y perfumados. La conclusión de los cuatro es que hay que limitar los rendimientos; no plantar viña donde nunca existió y, sobre todo, cuidar la fama del verdejo. “De lo contrario, nos vamos a comer la gallina de los huevos de oro”. Nunca hubo grandes blancos en el Bierzo. En realidad, no hubo ni grandes blancos ni grandes tintos. Se plantaba y arrancaba y se volvía a arrancar según la cotización del mercado De Valladolid a León. Nunca hubo grandes blancos en el Bierzo. En realidad, no hubo ni grandes blancos ni grandes tintos. Se plantaba y arrancaba y se volvía a arrancar según la cotización del mercado. Y a la cisterna. A finales de los noventa, la familia riojana Palacios Remondo (Álvaro Palacios y su sobrino Ricardo Pérez) impulsó la revolución. Entre Villafranca del Bierzo y Cacabelos visitamos a dos personajes singulares que han apostado por los blancos. El primero, afincado en San Juan de Carracedo, es francés y se llama Gregory Pérez. Llegó a la comarca en 2003. En 2007 comenzó su propio proyecto, con dos blancos de godello y doña blanca, bautizados Mengoba y Brezo. Hace 60.000 botellas. Vende el 95% fuera. “Lo hacemos todo, en la viña y la bodega, mi mujer y yo. Todo. Cuando me dicen que mi vino es caro, les contesto que vengan a ver el esfuerzo de elaborar cada botella”. El segundo gran viticultor es Raúl Pérez, el hechicero del Bierzo, mientras vendimia en sus dominios en torno a Valtuille, su pueblo de 70 habitantes. Pérez, uno de los niños mimados de la crítica mundial, pare aquí cada año La Claudina, un blanco mítico y personal de godello, y tiene proyectos producto de su viticultura ácrata desde Galicia hasta Portugal y desde Chile hasta Sudáfrica. Nos lo volveremos a encontrar a lo largo de este viaje. Desde León, Galicia en busca del Sil. En esta región, donde se pasó sin escalas de una viticultura centrada en el consumo familiar, donde los vinos no se embotellaban y pocas veces se etiquetaban (más allá del Palacio de Fefiñanes), a las bodegas industriales, es donde de forma más evidente se ha materializado la revolución de los blancos en todas sus denominaciones: Rías Baixas, Ribeiro, Monterrei, Ribeira Sacra y Valdeorras. En esta última se vivió la resurrección de la godello a mediados de los ochenta de la mano de la familia Guitián. Sus blancos verían la luz 10 años después. Una parte de esos Guitián serían incluso envejecidos en barrica. Lo nunca visto. Un terremoto enológico. Atraído por aquella onda expansiva llegó hasta Ourense Rafael Palacios a comienzos de 2000. Era el padre de uno de los blancos más sorprendentes de La Rioja, Plácet. Buscaba territorios donde continuar su línea de modernidad. Hoy, en torno a la localidad de A Rúa, en Ourense, en sus pequeñas fincas colgadas sobre el río Bibei, elabora cuatro grandes: Bolo, Louro, As Sortes y O Soro. Ya son los más caros de esta tierra. Penetramos en la Ribeira Sacra, entre el Miño y el Sil; una zona a la que da nombre su pasado monástico. En estos cañones siempre hubo viñedo Con solo cruzar el río, penetramos en la Ribeira Sacra, entre el Miño y el Sil; una zona a la que da nombre su pasado monástico. En estos cañones siempre hubo viñedo. Se abandonó en los años calientes de la emigración durante el franquismo. Javier Domínguez, empresario textil y natural de Mendoia, se propuso hacer a finales de los noventa buenos vinos en estas laderas vertiginosas. Tenía los medios y la pasión. Empezó, como otros soñadores, comprando uva y en un garaje. Hoy, su bodega, Dominio do Bibei, en Argullo, es la más bella y humana de la zona. De ella nacen dos blancos de godello, albariño y doña blanca: Lapena y Lapola. “No había documentación ni bibliografía sobre cómo se había hecho aquí el vino ni cómo evolucionaban esas uvas. Trabajamos con prueba-error. Lo conseguimos. Nunca dejaremos este cañón”. De camino hacia Rías Baixas, a mitad de camino de Lugo y Ourense, en Pincelo, en la orilla del Miño, y en Sabariz, en las estribaciones del Ribeiro (donde Emilio Rojo y Luis Anxo Rodríguez están reinventando con sus blancos la denominación), tenemos cita con dos mujeres. La primera se llama Esther Teixeira, tiene 77 años, lleva una sencilla bata gris y apenas ha salido de su pueblo colgado sobre el Miño. La segunda, Pilar Higuero, es malagueña, tiene 52 años y un Porsche en la puerta de su bellísimo pazo, por donde corretean los perros, las ovejas y las gallinas. A primera vista, ambas tienen poco que ver. Sin embargo, las dos están volcadas en hacer vinos blancos de una forma limpia y natural hasta el extremo. Esther fue en 2000 la primera viticultora ecológica de Galicia. Pilar la siguió en 2009. Las llamaron locas. La primera elabora Diego de Lemos. La segunda, A Pita Cega, 5.000 botellas de un vino salvaje que huele y sabe a hinojo y anís. Esther habla con sus viñas. Pilar les pone música de Haendel y Bach. Las dos resultan estar muy cuerdas. Rías Baixas, una denominación siempre esquinada, lanzada al estrellato por la uva albariño en los noventa, contaba en 1988 con una docena de bodegas; hoy supera las 200 Meaño, entre La Toja y la Ría de Pontevedra, es la capital del Salnés, la subzona vitícola más poderosa de las Rías Baixas, una denominación siempre esquinada, lanzada al estrellato por la uva albariño en los noventa, que hoy corre el mismo peligro de macroproducción que Rueda. Contaba en 1988 con una docena de bodegas; hoy supera las 200. Rodrigo Fernández es el compañero de fatigas de Raúl Pérez (el viticultor del Bierzo) en sus juegos malabares para dar personalidad y magia a los vinos más atlánticos de España, a través de viñas viejas de variedades olvidadas. Elaboran juntos, a partir de las viñas del abuelo de Rodrigo y de otras justo a orillas del mar, sobre las que planean las gaviotas, blancos tan caros y complejos como el Sketch (envejecido bajo el Atlántico) y los Leirana, Goliardo, Cíes, A Telleira o Cos Pes. Más tarde cenaremos en La Toja, en D’Berto, con Eulogio Pomares, miembro de una de las grandes familias del blanco gallego Zárate, que elabora con albariño de fincas centenarias. Para Pomares, “hacer un buen vino supone tener una visión del mundo. Yo estoy volviendo hacia atrás, a como trabajaban nuestros abuelos. Al respeto extremo por la uva”. Cruzamos España. Primero, Lleida, Costers del Segre, donde triunfan Ramón Cusiné y Ramón Bobet. Después, el Penedés. El océano del cava. Doscientos millones de botellas al año. Desde mediados del siglo XX, todo ha estado supeditado en este territorio a los espumosos. Los agricultores buscaban los rendimientos más altos posible de sus viñas de las tres uvas destinadas al cava (xarel·lo, macabeo y parellada), para sobreponerse al bajo precio que los grandes productores pagaban por ellas. Nunca se hicieron vinos monovarietales. Muchas tierras seculares de viña fueron replantadas con variedades foráneas y frutales. Ese panorama se encontraron en 1996 Ramón Parera y Jordi Arnan. En el municipio de Torrelavit, ambos plasmaron su sueño de hacer grandes vinos con la olvidada xarel·lo. En viñas abandonadas durante la Guerra Civil y aplicando un cultivo ecológico al máximo. “Yo quería reivindicar esta uva”, explica Parera, “trabajar de una forma austera, rústica y simple; integrar el viñedo en la naturaleza. Nos decían que la xarel·lo no envejecía bien. El fallo estaba en cómo se trabajaba el viñedo”. Jordi y Ramón producen 35.000 botellas de sus blancos Pardas y Aspriu. Muy cerca, Enric Soler nos relata una historia de amor a esta tierra y esta uva muy similar, que intenta explicar a través de su blanco Nun Vinya dels Taus, “un vino imperfecto y del que me conozco cada cepa”. Soler trabaja desde 2004 un par de mínimas parcelas que fueron de su abuelo y de donde hoy salen 2.000 botellas muy cotizadas. El Priorato vivió a finales de los ochenta uno de los episodios más apasionantes del vino, cuando cinco iluminados lo convirtieron en uno de los puntos candentes del vino mundial El Priorato, al sur de Cataluña, vivió a finales de los ochenta uno de los episodios más apasionantes del vino, cuando cinco iluminados (Barbier, Pérez, Palacios, Pastrana y Glorian) convirtieron una tierra de tintos imbebibles en uno de los puntos más candentes del vino mundial. Hoy, la segunda generación de aquellos padres fundadores, en la que se encuentran, por ejemplo, Esther Nin y Dominik Hubert, están llevando a cabo su particular revolución de los blancos en esas mismas terrazas del Priorato y el Montsant. Su trabajo se ha centrado en otra uva redescubierta, la garnacha blanca. Probamos con la pareja Sara Pérez-René Barbier (hijos de aquella primera generación) un despliegue de blancos locales: Dido, Venus, Nelin, Camí Pesseroles, Antagonic y Les Cousins. Después le tocará el turno a Alfredo Arribas, un arquitecto que llegó de fuera para hacer tintos en el Priorato y se enganchó a crear blancos en la vecina Montsant. Hoy elabora Trossos Sants y Tros Blanc. Los locos del blanco tienen dos vinos riojanos de referencia, el Viña Tondonia y el Remelluri Muchos locos del vino que hemos ido encontrando en este viaje por España nos han mencionado que su pasión por el blanco tuvo su detonante en dos vinos de La Rioja: un clásico, Viña Tondonia, y un díscolo, Remelluri. Desde Tarragona hasta Haro solo hay que seguir el Ebro. El punto final de este periplo se encuentra entre Labastida y San Vicente de la Sonsierra. La Granja de Nuestra Señora de Remelluri, con sus raíces clavadas en la alta Edad Media y sus 100 hectáreas de viñedo propio, es, posiblemente, el dominio vitícola más bello y mágico de nuestro país, con su necrópolis del siglo X, la vieja ermita y la eterna sombra del pico Toloño, que otorga frescura y un toque atlántico a sus vinos. La última cita es en este paraje con Telmo Rodríguez (miembro de la familia propietaria del lugar desde 1967), María José López de Heredia (cuarta generación de la familia al frente de Tondonia) y Jesús de Madrazo (alma de Contino, una de las marcas que dinamizó La Rioja). La emperatriz López de Heredia nos confiesa el secreto de sus blancos: “No cambiar nada en 150 años; hacer las cosas como siempre”. Madrazo relata cómo apostó por un blanco de Contino, de viura, envejecido en barrica, contra viento y marea, cuando nadie en La Rioja creía en él. Y Telmo Rodríguez, que también elabora en Rueda (Transistor y Basa), Ribeira Sacra (Gaba do Xil) y Málaga (Molino Real), explica como el blanco de Remelluri nació a mediados de los noventa de su obsesión por explicar esta tierra; por materializar en un vino el alma del lugar. “Y hoy ese blanco es el vino que mejor sigue describiendo los 10 siglos de historia de esta viña”. Estación término. Al final, este largo viaje en busca de los grandes blancos españoles tal vez se pueda concentrar en una sola frase; la que nos dijo Pilar Higuero en los límites de Ribeiro: “Los locos abren una senda para que luego marchen por ella los cuerdos”.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Las rutas del vino más visitadas en España.

Las rutas del vino más visitadas en España. Penedés, Jerez, Ribera del Duero, La Rioja... Los datos muestran la potencia del enoturismo en todas las regiones. Ribera del Guadiana. Esta ruta engloba un total de 28 bodegas, así como una interesante lista de museos de diferentes temáticas, en la que destaca el Museo de las Ciencias del Vino en Almendralejo. Almendralejo es el epicentro de esta ruta y también la ciudad internacional del vino. En este lugar el paisaje de viñedos se combina con el rico patrimonio cultural e histórico de la zona. Encontramos en esta ciudad una plaza de toros única en el mundo. Posee una bodega de vinos debajo de su graderío. La enorme riqueza medioambiental y paisajística de la Ribera del Guadiana nos permite además practicar el turismo activo. Ofrece la posibilidad de pasear entre viñedos, hacer rutas en burro o realizar circuitos de aguas termales. Otro atractivo de la zona es su gastronomía, que está compuesta tanto de recetas muy sencillas y tradicionales, como de cocina de autor muy exquisita y vanguardista. Destacan la ternera y el cordero de Extremadura. http://www.abc.es/viajar/top/20130707/abci-rutas-vino-espana-201307031836_11.html

jueves, 31 de octubre de 2013

El mago de los vinos blancos.

“Un vino es un sueño, que nace en la cabeza del autor. Antes de que exista en la copa debe surgir en la mente de alguien, un hombre o una mujer amante del vino”, afirma Denis Dubourdieu, uno de los enólogos con más cotizado instinto vinícola. Asesora a más de 70 bodegas. Su mano está detrás de cotizados vinos de Burdeos como Château Cheval Blanc y Château d’Yquem y también de los blancos de Chivite, la única bodega española para la que trabaja en exclusiva. “Con la familia Chivite tuvimos el sueño de producir el mejor vino blanco de España: fresco, complejo, capaz de envejecer y madurar bien… Y por eso seleccionamos la variedad de uva Chardonnay, porque en este clima continental funciona muy bien”, dice Dubourdieu, profesor de Enología de la Universidad de Burdeos y autor de numerosos trabajos sobre aromas, levaduras y vinificación. “Puede que te lleve unos 20 años lograr la botella de tu vida”, asegura, y su exigencia le obliga a sostener “que el mejor vino, el vino perfecto, siempre es el próximo en el que piensas”. Los vinos Dubourdieu de Chivite, Colección 125 (que se lanzaron al mercado en 1985 para conmemorar el aniversario de la primera exportación de la bodega, en 1860) provienen de cepas ubicadas en Tierra Estella (Navarra). En un terruño norteño, de sedimentos arcillosos y calizos, con influencia del clima atlántico, crece la Chardonnay que maneja el enólogo francés. Su empeño de mostrar que los vinos blancos “irresistibles de jóvenes” tienen una gran capacidad de guarda y que maduran bien en botella, ha tenido éxito. Durante una reciente cata vertical (desde la cosecha de 1996 a la de 2010) en Londres la crítica británica comparó “la clase y la elegancia” de estos blancos con la de los Borgoña. “Yo trato de desvelar en un vino los secretos de la tierra donde crecen las uvas”, explica Dubourdieu, y saca a colación un texto inspirador de la escritora Colette: “La viña y el vino son grandes misterios. Cada planta es única, ayuda a entender el verdadero sabor del terreno, y las uvas lo transmiten”. Esa fidelidad al terruño es lo que el maestro enólogo busca obsesivamente, aunque esas uvas cambien de ubicación original. Y la adaptación a territorios extraños es un reto que se plantea en su trabajo global: “Me interesa trabajar con productores que arriesgan”. Burdeos, Borgoña, Alsacia, Chablis, Hermitage, Piamonte, Campania, Toscana, Sudáfrica, Sudamérica… están en el mapa de creación vinícola de Dubourdieu, quien elabora sus propios vinos. Tiene cinco propiedades al sureste de Burdeos, y está implicada toda su familia: su mujer Florence (de una saga de viticultores) y sus hijos Fabrice y Jean-Jacques. “Estoy entrenando narices”, dice irónico. Y las narices de hoy no tienen los mismos parámetros que antaño: “Nuestra comida es distinta, y nuestra vida, siempre nos movemos… Por eso los vinos ahora se prefieren frescos, ligeros…”. Con respecto a las marcas famosas, subraya que su valor es indiscutible porque hay un esfuerzo detrás: “Las grandes bodegas son como monumentos, en los que distintas generaciones se van dejando la piel para lograr siempre lo mejor y tener éxito en esa búsqueda. Cuando lo logras una y otra vez es magnífico. El vino existe antes y después de ti, permanece. Cuando eres responsable de un vino y del prestigio de ese vino, siempre tratas de conseguir lo mejor y evolucionas. Un vino es algo vivo, no es como un museo, que todo está igual por siglos”.

domingo, 30 de junio de 2013

Celebran la estancia de Isabell II en Sóller con un encuentro gastronómico.

La Academia de la Cuina i el Vi de Mallorca apostó por un menú regio de Gulot y Benet Vicens servido en el Jumeirah.

Pedro Gual de Torrella felicitando a los chefs Gulot y Benet Vicens.
La Academia de la Cuina i el Vi de Mallorca dedicó su reunión gastronómica mensual, realizada el pasado viernes en uno de los salones del Jumeirah Port de Sóller Hotel&Spa, a conmemorar la presencia de la reina Isabel II y su real familia, incluido el futuro Alfonso XII, con motivo de la inauguración –el 17 de septiembre de 1860– de la carretera del Coll de Sóller, vía que terminó con el aislamiento por tierra de la población costera del resto de la isla. Pedro Gual de Torrella, presidente del citado ente cultural –con veintisiete años en activo y cuya premisa es la investigación, recuperación y valoración de la cocina mallorquina junto al vino isleño, ahora en auge–, presentó el menú del conmemorativo almuerzo, presidido por un óleo de Isabel II niña, propiedad del Ayuntamiento de Sóller, a la vez que recordó los objetivos que mueven a la asociación que preside. Jaume Enseñat Julià, como ilustrado solleric amante de su tierra y de su historia a la vez que promotor de esta conmemoración a manteles, presentó un cuadernillo recordatorio, con sabrosa crónica, que refleja fielmente el ambiente de la época en su localidad por tal presencia regia. En él también ha participado Antoni Quetglas Cifre.El menú de la comida, con protagonismo de Isabel II y con motivo de la inauguración de una obra tan costosa y dura de realizar en la que se decía que la nueva carretera estaba compuesta por duros de plata –moneda señora de la época, cuyo valor eran cinco pesetas–, fue un reflejo de lo que fue el lunch, protagonista de recepciones en épocas pasadas. Bajo el estricto protocolo de la Academia, dirigido por su secretario, Pep Sans, se dio inicio al almuerzo, elaborado por Gregory Goulot, jefe de cocina del hotel, representado en la mesa presidencial por su director, Fernando Gibaja, y asesorado por Benet Vicens, chef del restaurante Béns d'Avall, servido por un bien dirigido equipo de comedor. Abrió la sinfonía de tonos, texturas, aromas y sabores un "fi aspic de cuixot brassejat, verdures i ous de guàtlera", siguió un "vol au vent d'au i gambes de Sóller", rematando el menú una "porcella mallorquina farcida amb arròs especiat".Una antigua receta dulce muy isleña, el "coxi real", elaborado por el maestrío repostero de Sa Pobla y de Xisco Moranta, puso broche de oro al ágape, regado con Champagne Veuve Pelletir, junto a los vinos de la serie Veritas, de la bodega José Luis Ferrer, Blanc 2011, Vinyes Velles 2010 y Dolç Selecció Barrica. Contrariamente a lo que suponía alguno, no sonaron en el salón la Marcha Real, y menos, el Himno de Riego.

domingo, 23 de junio de 2013

Los ´santamariers´ conocen la historia de sus bodegas con un recorrido histórico.

La primera viña que se conoce fue declarada por Bernat de Santa Eugènia durante la edad media.


Varios visitantes contemplan las impresionantes ´botes congrinyades´ de uno de los ´cellers´.
­Organizado por la bodega Jaume de Puntiró, ayer por la mañana tuvo lugar unavisita guiada por los cellers más antiguos de Santa Maria. Mateu Morro, exconseller de Agricultura y exalcalde del pueblo, fue el encargado de explicar detalles históricos de las distintas bodegas locales. Unas setenta personas se dieron cita en la bodega Jaume de Puntiró, para desde allí realizar el recorrido histórico por los cellers de la villa. El primero fue el de es Cabàs.
Edad media
Mateu Morro explicó parte de la historia vitivinícola del municipio, transportando a los asistentes hasta la edad media, cuando Bernat de Santa Eugènia declaró una viña en Coanegra, lugar montañoso. Con el paso del tiempo, el cultivo de viñas se fue trasladando al llano e instalándose la mayoría de productores en el pueblo.
También se explicó el significado de la costumbre de colocar una rama de pino verde en la fachada de los cellers del pueblo. Indica que la bodega dispone de vino nuevo; a medida que se iban abriendo nuevas botas, se cambiaba la rama de pino.

miércoles, 19 de junio de 2013


La Asociación de Mujeres Amigas del Vino (AMAVI) entregó el pasado lunes los premios a los ganadores de la III Cata-Concurso Los Vinos favoritos de la mujer, un total de 26 premios a siete categorías de vinos diferentes reconociendo dentro de cada categoría Medalla de Oro, Plata y Bronce.

En el mismo acto se hizo entrega, además, de un premio especial al actor Juan Echanove y al periodista Lorenzo Díaz, que lo recibieron de manos de la madrina de honor, Ana Obregón.
Los vinos premiados en esta edición de la Cata-Concurso AMAVI son:
Blancos sin crianza
Vino favorito de la Mujer: Viñas del Vero Gewurztraminer (González Byass)
Medalla de Oro: Viñas del Vero Gewurztraminer (González Byass)
Medalla de Plata: Prado Rey Verdejo 2012 (Bodegas Prado Rey)
Medalla de Bronce: Fontal (Bodegas Fontana)
Blancos con crianza
Medalla de Oro: Pago de Cirsus fermentado en barrica (Bodegas Iñaki Núñez)
Medalla de Plata: Abadía Retuerta Le Domaine (Abadía Retuerta)
Medalla de Bronce: White (CUVE)
Rosados
Vino favorito de la Mujer: Viñarroyo Rosado 2012 (Bodegas Arroyo)
Medalla de Oro: Cuatro Pasos (Bodegas Martín Códax)
Medalla de Plata: Rosado Cortijo Los Aguilares (Los Aguilares de Ronda)
Medalla de Bronce: Inurrieta Mediodía (Bodegas Inurrieta)
Tintos sin crianza
Medalla de Oro: Valdubón 2011 (Grupo Freixenet)
Medalla de Plata: Montebuena Tinto 2012 (Bodegas y Viñedos de Labastida)
Medalla de Bronce: Da Lausan (Espada Ojeda)
Tintos con crianza
Vino favorito de la Mujer: Ángeles de Amaren (Luís Cañas)
Medalla de Oro: Mirto de Ramón Bilbao (Bodegas Ramón Bilbao)
Medalla de Plata: Abadía Retuerta Pago de Garuña 2011 (Abadía Retuerta)
Medalla de Bronce: Ángeles de Amaren (Luís Cañas)
Espumosos
Vino favorito de la Mujer: Ponte Vecchio Moscato (Hijos de Antonio Barceló)
Medalla de Oro: Carta Nevada (Grupo Freixenet)
Medalla de Plata: Yllera 5.5 (Grupo Yllera)
Medalla de Bronce: Gramona Imperial 2007 (Gramona)
Generosos
Vino favorito de la Mujer: Tío Pepe (González Byass)
Medalla de Oro: Manzanilla Solear (Grupo Barbadillo)
Medalla de Plata: Eva Cream (Grupo Barbadillo)
Medalla de Bronce: Tío Pepe (González Byass)

martes, 11 de junio de 2013

Jornada sobre el uso de levaduras para mejorar los vinos.

A través de una cata aprendieron a diferenciar las características de diastasas comerciales y autóctonas.


El Consejo Regulador ha organizado una jornada formativa sobre la selección de levaduras autóctonas para la elaboración de vinos, en la que han participado enólogos que trabajan en bodegas de la Denominación de Origen del Vino de Toro, Ribera del Duero y Rueda.

David García Yoldi, Doctor en Microbiología, fue el encargado de impartir esta jornada en la que ha colaborado la empresa «Lev2050», que se dedica a la investigación, innovación y venta de levaduras y que trabaja con el objetivo de que sus clientes se diferencien y mejoren productos a través del uso de sus propias levaduras, aportando a sus vinos rasgos organolépticos distintivos en un mercado tan competitivo como el sector vinícola.

El director técnico del Consejo Regulador, Santiago Castro, explicó que esta jornada formativa ha sido organizada con el objetivo de que los enólogos participantes conocieran un «protocolo de actuación» y aprendieran que, a través de la selección de levaduras autóctonas, pueden mejorar sus vinos. Además, resaltó que el objetivo de esta jornada organizada por el ente regulador es llegar a crear una selección de levaduras «indígenas» en los viñedos de la Denominación de Origen Toro para «crear vinos exclusivos y diferentes de los de la competencia, a través del terroir». Para conseguir esta meta sería preciso llevar a cabo una elección previa de las uvas en el campo para, posteriormente, proceder a la identificación y a la selección de las levaduras. Durante esta jornada, los participantes pudieron catar varios vinos en los que se han utilizado levaduras comerciales y seleccionadas con el fin de establecer diferencias entre los caldos en los que se han empleado los dos tipos de levaduras y que aportan características diferentes. En esta jornada, participaron 18 enólogos de bodegas amparadas por el marchamo de calidad toresano, dos profesionales de Ribera del Duero y un enólogo que trabaja en la Denominación de Origen Rueda.

Este curso sobre levaduras autóctonas y comerciales no es el primero que organiza el Consejo Regulador con el objetivo de ampliar la formación de los enólogos que trabajan en bodegas amparadas por la Denominación de Origen. En uno de estos talleres, los enólogos aprendieron a apreciar distintos defectos que pueden detectarse en los vinos, tanto durante el proceso de fermentación como durante la maloláctica. Durante una cata, los enólogos pudieron detectar diferentes compuestos que pueden aparecer durante y después de la fermentación, análisis que les permitirá apreciar si un vino es defectuoso a la hora de calificarlo.

Estos cursos de formación sirven para que los profesionales que trabajan en las bodegas de la zona puedan ser cada vez más expertos a la hora de producir vino y también para evitar la comercialización de caldos con defectos que, por norma general, suelen producirse por una deficiente manipulación de las levaduras, aunque también pueden tener su origen en los sulfurosos utilizados.

Los servicios técnicos del Consejo Regulador siguen evaluando los viñedos de la Denominación de Origen Toro para conocer el alcance real de las heladas registradas a finales de abril y que causaron daños en varias parcelas. El presidente del ente regulador, Amancio Moyano, reconoció que por la humedad acumulada los viñedos han vuelto a brotar «con fuerza» aunque en aquellas parcelas afectadas por las heladas «los racimos serán más pequeños o no darán fruto» en la próxima campaña de vendimia. No obstante, matizó que «es pronto» para realizar una estimación real de los daños y de la merma de cosecha, aunque Moyano es consciente de que la cantidad de fruto que se recogerá en la campaña de recolección de uva será inferior a la de pasadas vendimias. Por otra parte, el presidente del Consejo Regulador se mostró convencido de que esta merma en la cosecha no afectará a la calidad del fruto.

domingo, 9 de junio de 2013

Cinco grandes sumilleres se confiesan: sus vinos preferidos.

El buen vino no tiene porqué ser un lujo imposible. Algunos de los mejores sumilleres de España nos dan sus pistas.



Que el precio de un vino no tiene por qué estar relacionado con su calidad es casi un lugar común entre los expertos más afamados. Por eso, algunos de los mejores sumilleres de España se han tirado a la piscina y nos recomiendan referencias notables a un precio muy tentador: céntimos arriba o abajo, todas rondan los cinco euros.
Ferrán Centelles, todo un genio que fue responsable de la legendaria bodega de El Bulli, lo hace además apostando por una elaboración respetuosa con el entorno y sugiere un Sauló de Celler Espelt.
La gran Manuela Romeralo, que ahora trabaja con Quique Dacosta en Vuelve Carolina (Un Sol Repsol) y en el recién abierto El Poblet, también sugiere un vino ecológico: Menade, elaborado con la variedad de uva verdejo.
Juan Antonio Herrero se decanta por una bodega que causa sensación, Juan Gil, y una de las uvas más versátiles, la garnacha. Su elección es el Honoro Vera.
María José Huertas, sumiller del tres Soles Repsol, La Terraza del Casino, también se decanta por un vino de unos cinco euros que se elabora con garnacha. Es el Evodia, que firma Bodegas San Alejandro en Calatayud.
Nuestra ronda de recomendaciones se cierra con la de toda una autoridad en el mundo del vino: Custodio Zamarra. Mítico sumiller de Zalacaín, nuevo Tres Soles Repsol 2013 –y ahora en el equipo de Todovino.com–, apuesta por la Denominación de Origen Ribera del Duero con un Camino de Castilla. Y si puede ser el de 2007, mejor que mejor.

La biblioteca de Babel.

A principios de verano pasado abrió sus puertas esta biblioteca, cuyo nombre hace referencia a un cuento de Borges. En ella encontramos una extensa selección de literatura, ensayo, poesía y arte. Pero lo que la diferencia de verdad es su relación con los vinos, ya que nos ofrecen una vino-teca donde adquirir buenos caldos así como un acogedor café donde disfrutarlos. En su vino-teca disponen de más de doscientas referencias de multitud de países, como los franceses, italianos, alemanes, húngaros, griegos, chilenos y, cómo no, las diferentes denominaciones de España, así como una amplia selección de vinos mallorquines de gran calidad. Cada semana nos ofrecen la posibilidad de consumir algunos de los vinos citados anteriormente, pero también los mejores whiskys, ron, ginebras de calidad y algunos anisados de origen francés como el Pernod o Ricard.

La biblioteca de Babel
Éste es un lugar tranquilo donde tomarse una buena copa acompañada de un buen libro, escuchando el mejor jazz.

La biblioteca de Babel

  • Localidad:Palma de Mallorca
  • Dirección:Arabí, 3
  • Barriada:Centro
  • Horario:
    De 10 a 19 h; sábados mediodía y domingos cerrado.
  • Teléfono:971 721 442
  • Web:http://www.labibliotecadebabel.es

2014 del CMB para estar en Santa Barbara, California!.

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Estamos muy contentos de anunciar la Conferencia de Bloggers 2014 Wine estará en Santa Barbara, California el 11 de julio al 13. La conferencia no ha regresado a California desde sus primeros dos años, en 2008 y 2009, y sabemos que California y el área de Santa Barbara nos darán una buena recepción.
La conferencia tendrá lugar en el Santa Ynez Valley Marriott en Solvang, en el corazón de la región vinícola de Santa Bárbara. La población de la ciudad está a unos 5.000, lo que significa que todo el mundo sabe que están allí.La ciudad está situada en el corazón de la región vinícola, que (si no lo ha sido) es hermosa, con grandes extensiones abiertas y colinas.
Estamos trabajando duro para organizar excursiones pre-conferencias, eventos nocturnos y gran contenido. Manténgase en contacto para las noticias de conseguir la inserción de su correo electrónico con el derecho a recibir una notificación cada vez que se actualice el sitio de noticias.
Tenga en cuenta que no hemos subido los precios para Bloggers Ciudadana desde su fundación en 2008 - sigue siendo de $ 95. El Marriott tiene una capacidad máxima de alrededor de 400 personas, por lo que es probable que esta conferencia vender por adelantado. Puede registrarse en línea ahora .
Discutimos esto todos los años pero vale la pena volver a examinar la forma en que tomamos la decisión de seleccionar una ubicación de host.
  • En primer lugar, sólo cuenta las ubicaciones en áreas de vino y que tienen grandes instalaciones suficientes para manejar nuestra conferencia.
  • En segundo lugar, no vamos a siquiera pensar en un lugar a menos que haya un fuerte apoyo local y un líder local entusiasta que pueden ayudar a hacer que las cosas sucedan. Pedimos a los anfitriones locales para ofrecer la cena formal el sábado y las excursiones Viernes en la región vinícola. Cualquier cosa extra, como el acceso a los altavoces o tie-ins a otros eventos, puede fortalecer la oferta local.
  • En tercer lugar, consideramos que la conferencia tiene y no ha sido localizado. Empezamos en Sonoma y Napa en 2008 y 2009. Nos mudamos todo muy bien a Walla Walla, Virginia, Oregon, y Penticton. Era el momento de volver en 2014 a California y por lo que este año sólo se consideran las posibles ubicaciones en ese estado. En 2015, nos dirigiremos más probable en el este de considerar lugares en cualquier parte, pero en la costa oeste.
  • En cuarto lugar, buscamos la entrada. Pedimos a nuestro Consejo Asesor, a una votación pública de nuestras localidades finalistas, y tienen un voto particular de los asistentes anteriores y actuales - la gente que realmente importan más. Tomamos esa entrada, tenga en cuenta la logística, y mirar a la fortaleza de la oferta local y llegar a un ganador que anunciamos cada año en la conferencia anterior.
Esperamos verte en el condado de Santa Barbara en 2014!

miércoles, 5 de junio de 2013

Cata Alvaro Palacios en el Hotel Majestic.

El lunes 3 de Junio por la tarde Alvaro Palacios presentó las nuevas añadas de sus tres bodegas en Priorat, Bierzo y Rioja. 400 clientes profesionales y periodistas tuvieron el privilegio de disfrutar de una cata excepcional en el Hotel Majestic de Barcelona. Una degustación de 13 de los vinos que elabora en las bodegas Alvaro Palacios en Gratallops (Priorat), Descendientes de J. Palacios en Corullón (Bierzo) –junto a su sobrino Ricardo P. Palacios– y Palacios Remondo en Alfaro (Rioja) –con su hermana Chelo–. Tres regiones históricas de geografías y climas particulares de gran tradición espiritual, suelos antiguos y minerales, y viticultura respetuosa con el entorno que marcan el carácter de las tres bodegas.
Una vez más, la gran generosidad de Alvaro Palacios, Ricardo y Chelo nos permitió disfrutar de una tarde mágica que quedará grabada en nuestra memoria.
Se cataron los vinos:
Palacios Remondo. DOCa Rioja
1. Plácet 2010100% viura criada durante 11 meses en ovales de roble. El único vino blanco que elabora Alvaro Palacios.
2. La Montesa 2010Ensamblaje formado por un 75% garnacha, 20% tempranillo y 5% mazuelo criadas durante 12 meses en barrica.
3. Propiedad 2010100% garnacha de viñas tradicionales de Alfaro con 14 meses en barrica.

Alvaro Palacios
. DOQ Priorat. 
Más información de la añada 2012 en Priorat aquí
4. Camins del Priorat 2012Ensamblaje de garnacha, samsó, cabernet sauvignon, syrah y merlot.
5. Les Terrasses 2011Garnacha y samsó a partes iguales procedentes de viejas viñas plantadas en terrazas.
6. Gratallops 2012Selección de 8 parcelas en propiedad en el municipio de Gratallops.
7. Finca Dofí 2012Finca Dofí está compuesto por tres parcelas: Camp d’en Piqué, La Baixada y Coll de Falset. Ensamblaje de 96% garnacha y 4% de samsó.
8. L’Ermita 2012Viejas viñas de garnacha de una finca de 4,45 hectáreas con un 7% de samsó y un 1% de variedades blancas. Sólo 1.670 botellas del elixir de la vida.

Descendientes de J. Palacios
. DO Bierzo.
Más información de la añada 2012 en Bierzo aquí
9. Pétalos 2011Ensamblaje de viejas viñas de mencía (95%), uva blanca (3%), alicante bouschet (2%) y otras variedades coplantadas.
10. Villa de Corullón 2012Selección de mencías plantadas en pendientes muy pronunciadas. Poesía en forma de vino.
11. Las Lamas 2012Mencía y una pincelada de alicante bouschet de un paraje formado por 7 parcelas de 60 a 100 años de edad.
12. Moncerbal 2012Vieja mencía de suelos de pizarra, cuarzo y mármol. Producción limitada a 1.800 botellas.
13. La Faraona 2012100% mencía de monopolio. Icono del Bierzo.
Un total de 13 vinos degustados, 506 botellas abiertas, 300 decantadores, 5.954 copas usadas, 30 sommeliers y 21 camareros para una tarde de ensueño. 
Consulta todos los vinos de Alvaro Palacios disponibles aquí.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Igor Rodríguez, del Ummo, gana el concurso Oleotapa.

Los tres primeros clasificados, junto a sus tapas. willy

El Consejo regulador de la DO Oli de Mallorca organizó en la Escola d'Hoteleria de les Illes Balears el concurso Oleotapa Mallorca 2013 para cocineros, de cara a fomentar el empleo del aceite de oliva isleño en la elaboración de tapas.
 Participaron en el citado concurso siete chefs locales, los cuales utilizaron en su respectiva receta aceite de la DO Mallorca, quedando en primer lugar, con un ravioli relleno de negret y yogur de tomate de ramallet, Igor Rodríguez Sanz, del restaurante Ummo de Palma; el segundo puesto lo obtuvo Koldo Royo, con salmonete al ajo pescador, y el tercer premio fue para Ana Marroig, de Es Rustic Restaurant de Sóller, quien elaboró platillo de carpaccio de bacalao ahumado.

 El jurado estuvo formado por Miquel Àngel Fiol, director del Institut de Qualitat Alimentària; el cocinero, estrella Michelin, Tomeu Caldentey, el periodista gastronómico Andoni Sarriegi y Arsenio Fuentes, profesor de la Escola.

domingo, 26 de mayo de 2013

1000 fotografías para adornar una botella

[foto de la noticia]
Beefeater, la ginebra inglesa por excelencia, homenajea a la ciudad de Londres con una nueva edición limitada que derrocha creatividad.
Los alumnos de la Universidad de Artes Central Saint Martins han dado forma y personalidad a una botella muy ‘british’ adornada por 1000 fotografías realizadas por los propios estudiantes.
#MyLondon refleja de 1000 maneras distintas el espíritu de la capital británica, combinando emblemáticos paisajes urbanos con figuras contemporáneas y detalles únicos de la urbe.
El lanzamiento coincide con el anuncio de que la marca inglesa será la primera en convertir su destilería en un centro de visitantes. El ‘Beefeater London - The Home of Gin’ descubrirá a partir de este mismo año todos los secretos de la conocida ginebra, permitiendo al público tocar y oler los ingredientes empleados en el proceso de producción.