viernes, 7 de noviembre de 2014

La bodega José Luis Ferrer amplía sus instalaciones.

A pesar de que las altas temperaturas de septiembre han mermado la viña, el bodeguero asegura que la calidad será "excelente". Las elevadas temperaturas de finales de agosto y septiembre han provocado mermas importantes en la viña. Así lo manifestó José Luis Roses Ferrer, máximo responsable de la bodega José Luis Ferrer de Binissalem. "Calculamos que este año el rendimiento de las cepas, debido a una climatología algo dura, habrá bajado un 25 por ciento, en nuestro caso. De todas formas, por los controles que estamos haciendo de las vinificaciones realizadas, la calidad de las principales variedades que utilizamos, será excelente tanto en color, aromas y paladar, en donde tintos crianzas y reservas tendrán su protagonismo, junto a unos blancos y rosados con personalidad", indicó Roses, que estuvo acompañado de sus hijos José Luis y María Roses Lambourne, ya con responsabilidades en la empresa, con motivo de una cata vertical de vinos de diversas añadas. El responsable anunció una ampliación de las instalaciones, con una nave con dos líneas de elaboración y crianza. Una de ellas estará dedicada a la elaboración y reposo de los Bruts Veritas, tanto blancos como rosados, mientras que la segunda será lugar de crianza para los tintos más emblemáticos. La nueva instalación, situada entre la bodega principal y la zona de reuniones y catas, conocida como Es Cos, alcanzazará los 600 metros cuadrados de superficie. Se trata de un proyecto que podría entrar en fucionamiento en la próxima vendimia, si los trámites burocráticos se agilizan. Otra novedad ya activada son las nuevas barricas de roble de 500 litros de capacidad, que disponen de un dispositivo de acero inoxidable, con vávula de seguridad y un sistema de removido interior. En ellas, se puede realizar la fermentación de los granos, para luego iniciar el proceso de vinificación.