Como pudimos saber en FINE, la primera feria de enoturismo celebrada en Valladolid, la gran peculiaridad de este pueblo es su conjunto de bodegas subterráneas. Ordenadas en 6 niveles superpuestos y constituido por 374 bodegas este pueblo puede presumir de tener el mayor conjunto de bodegas subterráneas de España.
Unas bodegas con historia
Este conjunto se localiza en un cerro conocido como Cerro del Castillo, una posición estratégica que domina el valle, que da testimonio de la existencia en el cerro de un castillo de origen medieval y un núcleo urbano que ofrecía las mejores condiciones defensivas en un momento histórico hostil.
Aunque la antigüedad de las bodegas no es muy concreta se cree que su excavación en la ladera del valle fue entorno al siglo XV, un momento en el que la actividad productiva y económica entorno al vino en la localidad era inmensa.
Por otra parte, la primera referencia conocida sobre el Barrio de Bodegas de Baltanás data del año 1543, fecha en la que se documenta la adquisición de Baltanás por Pedro de Zuñiga y Enríquez, IV marqués de Aguilafuente. La carta de venta se firmó en Valladolid, en la que especificaba que por 60.000 maravedíes el nuevo señor de Baltanás compraba todas las bodegas cuevas halladas junto al castillo.
Valor etnológico
Más allá de su historia, el barrio de bodegas destaca por ser un claro ejemplo del sistema tradicional de producción del vino, que además se encuentra en un maravilloso estado de conservación. También destaca la característica estructura paisajística, ya que todas las bodegas siguen un plan de construcción colectivo en el mismo emplazamiento, lo que las hacen únicas y de un gran valor arquitectónico.
Este conjunto de construcciones para la elaboración y cura del vino, gracias a que son subterráneas, conservan un ambiente idóneo de temperatura, humedad y ventilación para poder elaborar el mejor de los vinos. Pero no es la única particularidad, destaca en la producción del vino que cuanto más profunda sea la bodega menor será la variación de la temperatura, y por consiguiente, de mejor calidad serán sus caldos.
Gaudí y las chimeneas de Baltanás
Encontramos una última peculiaridad sobre estas bodegas, pero para verla tenemos que fijarnos en las características chimeneas de estas bodegas.
Se cree, según algunos estudios, que estas modélicas chimeneas que presiden las bodegas inspiraron al gran arquitecto Gaudí para diseñar las famosas chimeneas de La Pedrera, como defiende firmemente la periodista Ana Maria Ferrin en el libro “Gaudi: de piedra y fuego”.
Sea como sea, las bodegas de Baltanás nos transportan a un paraje misterioso e histórico, en el que la arquitectura y el paraje modelado por bodegas son capaces de mostrarnos una parte de la historia de Castilla y Leon a través de algo tan popular como demandado: el vino.