IV Fira d'stoks i tapes a Binissalem
Dia 15, 16 i 17 d'abril, a l'espai cobert de l'Escola Graduada.
Divendres, de 19.30 a 24 h.
Dissabte, de 16 a 23 h.
Diumenge, de 10 a 15 h
Las ventas de Vino de la tierra Mallorca se incrementaron un 49% en el 2010.
Por tipos de vino, el crecimiento de las ventas fue generalizado, con incrementos que se sitúan entre el 42% y el 51%. Proporcionalmente, el vino tinto fue el mayoritario ya que supuso el 74% del volumen de comercialización total, con 9.052 hectolitros.
Sigue en importancia el vino blanco, que representó el 20% de la comercialización total de Vino de la tierra Mallorca en el 2010 y alcanzó un volumen de 2.468 hectolitros. En último lugar se sitúa el vino rosado, que supuso el 6% restante, con unos 720 hectolitros comercializados.
Verdades y mentiras sobre las DO.
El valor de la diferencia.
Texto:
JOAN GÓMEZ PALLARÈS.
Seguro que hay ejemplos que funcionan, pero aún estoy más seguro que un bebedor extranjero apreciará más un vino de las Alberes hecho con las tradicionales variedades blancas de la zona. En este sentido, las denominaciones de origen han dado seguridad identitaria. Son buenas sobre todo para el consumidor, que necesita leer DO XXX para sentirse cómodo y saber, más o menos, qué encontrará dentro de la botella cuando la abra. Descubrir cosas nuevas o desconocidas suele dar respeto y un poco de miedo. Ahora bien, dicho esto que es bueno para las DO, no encuentro ningún valor especial en una DO más allá del comercial. No confío en reglamentos que son casi siempre demasiado precisos y detallados, que dejan poco margen de inspiración a sus bodegueros y que, además, tienden a mezclar variedades de casa y de fuera y a uniformizar las características específicas de los vinos. Tanto aquí como en Francia o Italia, sobre todo, pertenecer a una DO puede tener ventajas, pero bajo mi propia experiencia, por mucha gente con ímpetu e ideas, puede llegar a ser un obstáculo. E
El vino bueno es bueno, con o sin DO, y es necesario que el público lo sepa y sea valiente buscando también las peculiaridades de los vinos de la tierra. En este panorama de identidades, el enoturismo ha de ser, también, una pieza clave. Los viajeros de la antigüedad ya hacían itinerarios en función de las bondades de la comida y la bebida. En la edad media, la literatura gastronómica identifica productos y lugares. Y en la moderna, los protagonistas del Gran Tour no iban solo a ver pinturas y otros monumentos. Es muy importante no trivializar el enoturismo y no desvincularlo ni de la gastronomía ni de la historia del terreno.
Un vino es terruño y un terruño es, también, lo que se ha hecho y lo que se come. La gente se mueve, como siempre, por estas cosas y aquí los restauradores y hoteleros han de dar un paso adelante. Vas por Italia y encuentras vinos italianos. Vas por Francia y encuentras vinos franceses. Vas por Catalunya y las cartas de vinos no siempre respetan la presencia de caldos de calidad catalanes. También aquí hace falta descubrir el rasgo diferencial. Las comidas se pueden combinar con vinos de todo el mundo, pero si identificamos en la cabeza del viajero un buen ágape con un buen vino catalán, no olvidará nunca este vino. Y algún día, allá.
Texto:
JOAN GÓMEZ PALLARÈS
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