Como si de un acontecimiento histórico se tratara (y lo era),
Barcelona recupera para su prestigio como ciudad, una emblemática marca de
cerveza netamente barcelonesa. El día 12 de diciembre del 2011, la
Fábrica Moritz Barcelona (FMB) abrió sus puertas al público, después de nueve años de obras, en la barcelonesa
Ronda de San Antonio nº 39, 41 y 43, recuperando su antiguo emplazamiento y ampliándolo. Días antes, el 29 de noviembre, fue presentada a la prensa, con la presencia de
Jean Nouvel, arquitecto y artífice de la rehabilitación de los inmuebles;
Jordi Vilá, director gastronómico, y de
Albert Castellón, director gerente de
Moritz. Según declaraciones de
Castellón “este proyecto supone uno de los retos principales para la compañía, y será la plataforma donde
Moritz mostrará sus valores y su
savoir faire en el día a día” y es desde donde partirán los desarrollos de otros proyectos de pronta realidad. El espacio de la
Fábrica Moritz Barcelona, será único (hasta ahora), dividido en tres plantas que acogerán actividades del mundo de la gastronomía, las nuevas tendencias, la moda, la arquitectura, el diseño etc. El espacio contará con una cervecería, dos restaurantes, un bar exclusivo de vinos, una tienda relacionada con el universo de la cerveza, una microcervecería, un museo, un aula gastronómica y diversos espacios polivalentes para actividades propias de la marca y otras que se registren en la ciudad.
La gastronomía es uno de los pilares del proyecto, bajo la batuta de
Jordi Vilá, quien será el encargado de todo
s los espacios culinarios así como también el que ha diseñado la carta de la
Cervecería Moritz, donde se encontrará una oferta mixta de platos catalanes y platos típicos alsacianos. De esta cervecería destacaremos que cuenta con la barra de estaño más larga de la ciudad (25 metros) y con una capacidad entre barra y mesas de 250 personas. Sin embargo la estrella indiscutible será la cerveza: una cerveza elaborada diariamente a la vista de los consumidores, compartiendo así la experiencia de la fabricación y degustación en el mismo local, como nunca ha sucedido en la ciudad de
Barcelona. Esta microcervecería, una de las más grandes en su género, está preparada para producir 6000 Hl anualmente de cerveza fresca, y ésta tiene la particularidad de no estar pasteurizada y en diversas versiones,
Moritz Pilsen,
Moritz Epidor (una strong lager) y algunas más especiales de edición limitada según la temporada. Dentro de esta variedad, cabe destacar la
Moritz Pilsen “sin filtrar”, una cerveza con levadura en suspensión que potencia y maximiza los componentes aromáticos de la cerveza fresca. La fórmula y la receta para la elaboración de la cerveza
Moritz que se comercializa actualmente no posee enzimas ni aditivos, sólo lúpulo, agua, malta y levadura, siguiendo la ley de pureza alemana. El agua para estos menesteres, se transporta del
Montseny (agua natural
Font d’Or, de la empresa
Vichy Catalán) y se almacena en tanques de acero ubicados en la misma fábrica. Hay que destacar igualmente la recuperación y restauración de un par de máquinas antiguas que permitirá descubrir cómo se envasaba y se etiquetaba la
Moritz hace más de 60 años.
La tienda “M-Store” de la Fábrica Moritz Barcelona, estilo “concept store” contará con artículos vinculados a la galaxia Moritz, tanto en el diseño, moda, tendencia, creatividad, gastronomía, etc. En la M-Store será posible comprar cerveza fresca para consumir en casa, con un innovador sistema de envasado en botellas de litro, y que se pueden personalizar a gusto del cliente. En otra parte de la tienda M-Store, contará con un horno de pan, que ofrecerá panes gastronómicos de alta calidad. Y por último para complementar este espacio, habrá una zona de quiosco donde se podrá encontrar la prensa nacional y una cuidada selección de revistas de tendencias, moda, gastronomía, arquitectura o economía 2.0, de difícil acceso en la ciudad.
Otra zona a destacar por la que apuesta esta casa, es el Moritz Bar à vins, un adjunto a la cervecería, donde se podrá encontrar vinos de alta calidad y cuya característica principal es el consumo de vino al peso. El consumidor, asesorado por un experto de la Associació Catalana de Sumillers, podrá escoger entre los diversos vinos catalanes o de otras denominaciones de origen, en función de lo que quiera pagar. Un revolucionario sistema para democratizar la degustación de vinos de alta gama. Dentro de la selección total existirán alrededor de 400 referencias entre vinos tintos, blancos, rosados, cavas y dulces, destacando los vinos catalanes, pero de la misma forma se podrán encontrar los famosos vinos blancos alsacianos de la zona del Rin, remarcando el origen de la familia Moritz, con los que se puede maridar la gastronomía catalano-alsaciana que caracterizará a la Cervecería Moritz y al Restaurant Louis Moritz.
En el sótano de esta casa
Fábrica Moritz Barcelona, en el que fuera el espacio que albergaba las antiguas bodegas de fermentación desde el siglo XIX, se encuentra una sala polivalente: Sala 39, que ha sido rediseñada y preparada para eventos culturales de todo tipo, como exposiciones,showrooms, conciertos, programas de radio y TV o presentaciones. Cabe destacar de esta sala la plataforma circular hidráulica de 4 x 4 metros, que permite trasformar su configuración en diferentes posiciones, de acuerdo a cada tipo de evento. Al costado de esta sala, se ubicará el restaurante
Brasserie Louis Moritz, fusión de la cocina histórica catalana y la francesa con pretensión de restaurante popular de calidad.
En los próximos meses del 2012 se tiene previsto la apertura del Museo Moritz, el restaurant atelier, aula gastronómica y el Moritz ThinkTank, lugar de encuentro de emprendedores, donde las ideas innovadoras y los negocios deban coincidir para futuros proyectos que dejen su impronta en la ciudad de la mano y marca Moritz de Barcelona.
Como guinda a este sensacional proyecto, el espacio Moritz brindará a sus clientes con los últimos adelantos en conexión gratuita de 100 Mb, gracias a la fibra óptica de última generación de ONO, con la que la cervecería ha llegado a un acuerdo. Además de la conexión gratuita, la colaboración de ambas empresas ofrece entretenimiento a través de la televisión digital TiVo en grandes pantallas HD que están repartidas por la fábrica, para contenidos como el fútbol, etc.
El enclave de la
Fábrica Moritz Barcelona, de tres fincas adosadas en la
Ronda de San Antonio, conserva importantes vestigios de la antigua fábrica, como el hormigón armado de los años 20.
Jean Nouvel ha combinado la antigüedad original con la modernidad,tanto por el efecto de luces cálidas y los colores marcando el contraste de épocas, así como la nueva visión de los materiales. Otro aspecto destacable es el comentado jardín vertical de
Patrick Blanc. Al lado del arquitecto
Jean Nouvel, también se encontraban otros talentos artísticos como el diseñador
América Sánchez, responsable de adaptar la imagen gráfica de la marca, y
Albert Planas, para evolucionar el legendario logotipo de la cerveza
Moritz y la jarra que da protagonismo a la cerveza acompañando a la “M” de antaño.
Demos pues la bienvenida a este proyecto en su nueva andadura y levantando una espumosa jarra de cerveza brindemos con un ¡Salud y bienvenidos! por Moritz.
Firma el artículo
Yulino Dávila, queirdo amigo residente en
Barcelona, a quien ustedes habrán visto alguna que otra vez por aquí, ya sea como corresponsal de actos que por tierras catalanas suceden, con colaboraciones como ésta que mucho le agradecemos, ya sea como el auténtico protagonista de algunos de estos post. ¡ Muchas gracias,
Yulino, salud y bienvenidos!
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Y luego, tengo la oportunidad de observar la historia desde un lugar privilegiado: el Hotel Restaurante Atrio. Este restaurante, en el que tuve la oportunidad de colaborar como sumiller durante un periodo de mi vida, es conocido, además por su cocina y exquisito servicio que le hace poseedor de dos estrellas Michelín, por albergar la mejor bodega de un restaurante que yo haya conocido jamás, reconocida mundialmente y galardonada con prestigiosos premios como el Grand Award Winners de la revista americana especialista en vinos Wine Spectator (no confundir con la Wine Advocates del afamado crítico Robert Parker, del cual tengo intención de ocuparme en otro momento...). Los dueños de este lugar son unos apasionados de los vinos, en su bodega podemos encontrar Vega Sicilia, Margaux, Lafite, Latour, Romanée - Conti (de La Tache), y cerca de ¡80 añadas! de Chateau dÝquem, la “joya de la corona”. De éstos el más antiguo data de 1806 cuyo precio en la carta es de 150.000 € (sí,está bien escrito,no sobra ningún cero...). Esta botella también tiene su historia: fue adquirida en una subasta, ya en el restaurante, teniéndola en las manos el sumiller observó una fisura en el cuello de la botella, por la que perdía líquido, se pusieron en contacto con la bodega y en un viaje relámpago a las instalaciones de Chateau d'Yquem, se la volvieron a embotellar en una botella de la época... no me puedo imaginar el susto, como se pueden esfumar más de 100.000 € por una fisura...
