La pequeña enoteca Art i Vins guarda en su alacena, abierta al público a principios de verano, vinos de bodegas familiares
Andreu Nicolau y David Regalado apuestan por darle luz y taquígrafos a vinos, licores y aceites de oliva que tienen en exclusiva para toda la isla y ponerles una tienda. Con el aliciente de servirlos con arte. Vins i Arts podría haberse quedado en distribuidora pero decidieron, con la ayuda de Flora Martín, sacarla a la calle. Desde principios de verano están alojados en Joan Mas, "nuestro barrio".
"¡El vino crea afición muy rápido!", señala Nicolau, quien ya suma una larga experiencia en trabajos para distintas bodegas de Mallorca. La decisión de aliarse al arte llegó por el contagio de las bodegas Ijalba de La Rioja. También fue importante la trabazón con un galerista de Binissalem, quien les va a proporcionar una serie de artistas que habitan en el Raiguer que a partir de enero expondrán también en Palma, en Art i Vins.
Vins i Arts también se apunta a ginebras.
Aún no está preparada para acoger las exposiciones y las catas –aunque sí que las hacen cuando los enólogos de las bodegas con las que trabajan, sobre todo de la zona de Navarra, se acercan a Mallorca–, pero Nicolau adelanta que en enero darán el pistoletazo de salida.
Los vinos que uno puede encontrar proceden de bodegas familiares que "hacen las cosas como antaño", cuenta el copropietario de esta pequeña enoteca cerca del Parc de Ses Fonts. Las bodegas son, además de Viña Ijalba, las de Gregorio Martínez, Díaz Bayo, un Ribera de Duero, cuyo reserva Merlot, sólo se encuentra en su establecimiento. El restaurante Flanigan de Portals es uno de sus principales clientes. Otra bodega es Pago de Larraínzar y Manuel Mantoneque.
No han podido sustraerse a la fiebre de la ginebra. A las marcas habituales por las que los fieles de la bebida transparente pagan un potosí ellos le añaden la fundamental tónica, distribuyen en exclusiva Indi, hecha a base de piel de naranja, corteza de lima, flor de kewra, entre otros ingredientes.
Si algo destaca en su decoración aún innacabada es la barra del obrador hecha de madera de barrica y el suelo de la futura enoteca. Ambos son un ingenio de la empresa alemana radicada en Mallorca, Enertec que hacen planchas de parquet a partir de las barricas de roble. Su precio de suelos, por los aires. Para hacerle compañía al morapio, una de aceites, como el Montes de Granada y el Fuenroble de Jaén.
Le echan imaginación y David adelanta las próximas catas de vino a bordo de la goleta turca Fethyie por aguas del Port de Andratx.
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