Numerosos padres acudieron acompañados de sus hijos, los cuales estaban más interesados en ir en el tren que en visitar las bodegas.
La décima fiesta del Vi Novell fue todo un éxito tanto de participación como de organización. Unas 300 personas acudieron a la cita, que se inició a las 9.30h con una visita en tren turístico por las bodegas de la localidad.
Numerosos padres acudieron acompañados de sus hijos, los cuales estaban más interesados en ir en el tren que en visitar las bodegas. El recorrido arrancó de la bodega Macià Batle y pasó por las empresas Es Cabàs, Can Rubí, Jaume de Puntiró, Àngel Bodegas, Ramanya y Sebastià Pastor. En todas el tren efectuó una parada.
Los propietarios de las bodegas recibieron a los visitantes a las puertas de las instalaciones. Les enseñaron el recinto y les explicaron las características de los vinos que producen. Además, detallaron los pasos de la producción de cada caldo. Una vez finalizada la visita, les obsequiaron con una degustación.
Además de la ruta, ayer se inauguraron en Ca s'Apotecari dos exposiciones: una del artista iraní Pari, que reside en Santa Maria, y otra de fotografía de Michael Horbach.
A partir de las 20.30h continuó la fiesta del Vi Novell con el pregón a cargo de Antoni Crespí, Ballador. Con una plaza de la Vila llena de público, las autoridades locales rompieron el grifo de una bota para simbolizar que el vino joven ya corría.
Coincidiendo con esta fiesta, también se celebró la segunda fiesta de la Tapa, en la que diversos restaurantes y cafés de la localidad pudieron degustar pinchos y raciones variopintos, acompañadas de vino gratis ofrecido por las bodegas del pueblo.
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