Los nueve productores de cava agrupados bajo la marca colectiva Corpinnat abandonarán la Denominación de Origen Cava. Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Torelló, Huguet Can Feixes, Júlia Bernet y Mas Candí quieren distinguir la singularidad de sus productos con una normativa propia donde fijan unos estándares de calidad y prestigio limitados a la llanura del Penedès.
Según ha avanzado el Ara y ha podido confirmar la ACN, no ha sido posible el entendimiento con la DO Cava para poder etiquetar sus botellas con la marca propia y al mismo tiempo mantener el nombre de cava. Las negociaciones han durado casi un año y finalmente Corpinnat ha decidido levantarse de la mesa. Fuentes consultadas prevén que la salida será efectiva dentro de poco más de dos meses.
Escollos
Limitación geográfica y controles de calidad
Los principales escollos en las conversaciones entre Corpinnat y la DO Cava han sido la limitación geográfica y los controles de calidad. Los nueve cavistas fijan una distinción geográfica para 46 municipios situados entre las cuencas del Llobregat, el Gaià, el Tous, el Carme y la sierra prelitoral fronteriza con el Garraf. Esta limitación, sin embargo, no ha sido aceptada por el Consejo Regulador del Cava, que tampoco ha visto con buenos ojos que Corpinnat quiera someter la calidad de sus productos a una auditoría independiente.
Si Corpinnat quería introducir su marca a las botellas y al mismo tiempo mantener el distintivo de la DO Cava, debía renunciar a la limitación geográfica y en las auditorías paralelas a las del Consejo Regulador. “Se nos pedía renunciar a cosas que afectan al corazón de Corpinnat”, apuntan desde el colectivo, asegurando que “el Consejo Regulador no ofrece ninguna alternativa a la salida”.
Proyecto
Sumar desde fuera de la DO Cava
“Si no es posible sumar desde dentro la DO Cava, lo haremos desde fuera”, añaden, insistiendo en que su proyecto se basa fomentar el prestigio de los espumosos a través de una normativa que marca unos estándares de calidad en aspectos como la zona de cultivo de la vid, las variedades de uva a utilizar, el precio mínimo de la uva y el proceso de vinificación.
Las mismas fuentes resaltan que el abandono de la DO Cava se hace de forma “cordial” y sin cerrar la puerta al regreso. Corpinnat presentó su marca colectiva abril de 2018 -el proyecto arrancaba con seis cavistas- anunciando que las primeras botellas se empezarían a vender en octubre. Desde la presentación en sociedad, sin embargo, se intensificaron las reuniones con la DO Cava para llegar a un entendimiento que hiciera posible las botellas etiquetadas con Corpinnat sin renunciar al concepto ‘cava’.
Las negociaciones coincidieron con un cambio en la presidencia de la DO Cava, que pasó de Pere Bonet a Javier Pagès. Los elaboradores de Corpinnat destacan que la negociación ha sido más fluida con el nuevo presidente. De hecho, Pagès anunció en noviembre la intención de modificar el reglamento de la DO Cava para distinguir subzonas de elaboración, en un gesto implícito para seducir a Corpinnat.
Los nueve elaboradores han mantenido reuniones presenciales con la cúpula de la DO Cava hasta finales de diciembre. Posteriormente, se han mantenido conversaciones telefónicas y el Consejo Regulador les hizo llegar la última propuesta en firme para permitir la compatibilidad con la DO Cava a principios de enero, pero Corpinnat la ha considerado inasumible. Los nueve elaboradores de espumosos salientes prevén comercializar sus botellas con marca propia durante la próxima primavera. Este es la segunda vez que un colectivo de empresarios abandona la DO Cava, después de que en 2014 varios elaboradores crearan la marca Clàssic Penedès, amparada por la DO Penedès.
No hay comentarios:
Publicar un comentario